Buena Suerte, Mala suerte
quién sabe?
Una historia china habla de
un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un
día, el caballo escapó a las montañas.
Cuando los vecinos del
anciano labrador se acercaban para condolerse con él, y lamentar su
desgracia, el labrador les replicó:
«¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?
Una semana después, el caballo volvió de las
montañas trayendo consigo una manada de caballos. Entonces los vecinos
felicitaron al labrador por su buena suerte.
Este les respondió: «¿Buena
suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?».
Cuando el hijo del labrador intentó domar uno
de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo
consideró esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limitó a decir:
“¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?».
Una semana más tarde, el
ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se
encontraban en buenas condiciones.
Cuando vieron al hijo del
labrador con la pierna rota le dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte?
¿Mala suerte? ¿Quién sabe?
Encontrado en el libro:
“Sadhana, un camino de oración“ de Anthony de Mello
(1931-1987)
Me encantan los cuentos , se
nota?
Muy especialmente lo que son
“para pensar” como les digo a mis hijas cuando les relato uno asi.
Este lo escuché durante mi Formación de Terapeuta y aunque el dicho
popular ya nos lo tiene requeté repetido “No hay mal que por bien no venga” este
cuento me hizo reflexionar en la cantidad de veces en mi vida que las cosas que
más deseé que sucedieran no eran las que más me harían feliz y lo mismo pero al
revés.
Si al revés también, porque a
veces perdiendo se gana. Lo prometo.
Lo interesante, lo que me deja el cuento, no es resignación o un determinismo obligado que no
nos quede más remedio que aceptar
A mi me sugiere algo así como:
Y ahora que me paso esto como
puedo aprovecharlo?
Cada caída es una oportunidad
y solo pierde el que no aprende.